Hola a todos!
Ya estoy aquí. Ahora sí, relajada y con energías renovadas. La última vez que escribí me bajé del tren y se detuvo el tiempo. Desde entonces he vivido todo tipo de sensaciones y altibajos. Y los he saboreado. Satisfacción, tranquilidad, orgullo, ansiedad…
Después de hablar con mi jefe estuve formando a la persona que me iba a sustituir. Yo, que de pequeña quería ser maestra y enseguida vi que no, que no tenía paciencia. Ese fue el primer reto, porque nunca había enseñado a nadie y tuve que hacerlo bien y sin prisas, el tiempo que hiciera falta, que al final fue 1 mes y 1 semana. Aunque eso no era nada comparado con lo mucho que me picaba el culo en esa silla, y que lo único en lo que pensaba era en salir corriendo y no volver, y saltar y gritar y revolcarme entre las flores del campo, ji ji. Así que tuve que dominar mi ansia, cultivar mi paciencia y esperar. Hasta que llegó mi último día en la empresa. Despedirme de los que han sido mis compañeros y jefes durante 8 años. De mi compi, mi Neny de mi corazón…Subidón, nervios, emoción, y una sonrisota que invadía mi cara, pensando en lo que iba a disfrutar de mi libertad.
Pero amigos, la vida es muy caprichosa y al día siguiente llamaron a mi hermana de la bolsa de maestros para Castellón. Su primer trabajo como maestra! Yuju! Tremendo subidón. Allá que nos fuimos las 2 hermaninas, yo pacompañarla que pa eso soy la mayor y además tenía tooodo el tiempo del mundo. Yuju! Entonces vino la mala noticia. Tiene que dar clases a domicilio a un niño de 10 años, un niño que está muy malito. Bajón. Inevitablemente se despertaron los malos recuerdos del año pasado y revivimos otra vez lo de mi tía Margarita. Y ese día, su primer día de maestra, el día que mi hermana conoció a este nene, fue el 23 de febrero, el mismo día que mi tía nos dejó hace 1 año. Caprichosa que es la vida. Y a los 3 días nos avisan de que a mi madre la operan el 5 de marzo. Ea. Así que entre pitos y flautas llevo 1 mes libre, sí, pero en plan autista, preocupada, en la parrica, incapaz de hacer nada.
Lo de mi madre salió bien, y mi hermana lo lleva un poquillo mejor. Así que hoy, un poco más centrada en mí, casi 2 meses y medio después de la última entrada, por fin me asomo, con timidez y un poco de miedo. Pero un miedo bonito. Ese que se siente cuando vas a hacer un viaje que has deseado mucho tiempo, o como cuando te enamoras y sabes que se avecina algo gordo y te entra el vértigo, un vértigo que uta.
Pues eso, que os he echado de menos y vengo para quedarme! Yeah!
2 comentarios:
Bienvenida!!!
Trabajar con enfermos es difícil pero agranda el corazón, seguro que tu hermana lo hará muy bien. Me alegra que lo de tu madre fuera bien y estoy deseando saber que haces con tu libertad en cuanto pasen las preocupaciones.
Un beso.
Muchas gracias solete. Tienes toda la razón. Es muy reconfortante hacer feliz a a los demás, y si es a personas que están pasándolo mal, esto se multiplica por cientos. Gracias por seguir aquí Barbaria. Un besazo
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